lunes, 8 de septiembre de 2008

Estrella de mar.

Y bueno, navegando por Internet, por casualidades de la vida que no conozco y no pretendo conocer me topé con una linda historia la cual deja mucho que pensar:

Erase una vez un sabio kupuna (anciano),
que fue al mar a contemplar.
Un día, caminando a lo largo de la orilla,
el kupuna miro hacia la playa,
y vio una graciosa figura humana bailando.

El kupuna se preguntó en voz alta,
"¿Quién alegremente saluda este día con hula*?"
y comenzó a caminar rápidamente para ancanzarla.

acercándose,
el kupuna vio que el bailarín era un keiki (niño),
que no estaba bailando.
El keiki estaba alcanzando la arena para recoger algo,
y gentilmente lo lanzaba al mar.

El kupuna llamó al keiki,
Aloha!, ¿Qué estás haciendo?

El keiki se detuvo, lo miró y le dijo,
"Lanzando estrellas de mar al océano"

Sorprendido el kupuna le dice,
"yo... yo supongo que debería haber preguntado,
¿POR QUÉ lanzas estrellas de mar al océano?"

El keiki sonrió brillantemente, apuntó hacia arriba y,
con exquisita simpleza, respondió,
"El sol está arriba, la marea se va.
Si no las tiro al mar, morirán"

"Pero, ¿No te das cuenta?", preguntó el kupuna,
"¿Que hay miles de playas y estrellas en ellas?,
¡no podrías marcar diferencia alguna!"

El keiki escuchó educadamente.
Luego se agachó, cogió otra estrella de mar,
la tiró gentilmente al océano, justo atrás de donde rompen las olas,
y exuberantemente declaró.
"Marqué una diferencia para esa estrella."

*Hula: El Hula es una forma de danza acompañada de cánticos o canciones.
Traducido de http://www.geocities.com/~olelo/shelties/starfish.html por mi.

¿Cuántas veces nos ha pasado esto?, dejamos de lado los pequeños gestos puesto que pensamos que no marcaremos diferencia alguna.

El cuento habla por si solo, quizás si fueramos más como el keiki y, compartiendo, fueramos haciendo pequeñas cosas y las sumamos entre ellas, harían un gran cambio. En el caso en el que fuera un gesto individual como el del keiki que no tenga incidencia a nivel mundial ni desestabilice la economía en la bolsa -a modo de ejemplo-, haría un cambio en quién recibe el gesto, que no deja de ser mayor. Así como la estrella se salvó de morir seca bajo el sol, podemos salvar los corazones de nuestros seres queridos de verse marchitos por la falta de una palabra amiga, de un gesto simple, de un "te quiero", de un "aquí estoy para apoyarte", podemos alegrar el día de quién se desencantó del mundo y de las personas simplemente saludandolo con una sonrisa, abrazando a quien lo necesite, etc... Quizás te tilden de loco, de raro, pero; ¿No es preferible ser un loco feliz, que hace felices a los demás y que puede sonreir y amar?.
para concluir y dejando abierto el espacio a una reflexión personal...

Creo en fin que el secreto de la felicidad está en el compartir. No vivimos solos y estar acompañado y compartiendo me gusta más.

Saludos! :)