miércoles, 20 de junio de 2007

Medio Par 2.

Capitulo 2.
"padre hay uno solo"


"Madre hay una sola" Leyó en una revista el pequeño Juan José mientras tomaba su leche chocolatada y se hacía el nudo en la corbata disponiéndose a salir al colegio cuando pensó;"¿Por qué solamente han de decir que la madre es una?, ¿Qué pasa con el padre?, Pensamientos que fueron interrumpidos por la decadente imagen de su madre saliendo de la salita de estar envuelta en una bata, con una tasa de café en la mano, el excesivo maquillaje en su cara se había corrido y el pelo lo llevaba envuelto en una desastrosa toalla que dejaba ver rastros de su pelo teñido con el color del vino. Al llegar a la mesa coja que sostenía la ya fría leche del pequeño lo mira con una ternura que solo una madre puede llegar a tener y le dice:

-¿Cómo está mi Josesito?, y con un tono de repudio el pequeño Juan José le responde; -Calla mujer. -Cabe decir que es increíble que un niño a la edad de 13 años responda así a su madre, a lo que esta le responde; -¡No me faltes el respeto caramba!, ¡soy tu mamá!-. A lo que se notó la falta de atención del joven hacia su madre.


-Es una prostituta, dice que trabaja de noche y nada más, ¡pero yo lo sé!, ¡es una prostituta! -Dijo mientras salía enrabiado de la cocina a lo que respondí; -Calla estúpido, imbécil, nunca supiste en qué trabaja, ¡no supongas estupideces!, quizás eh, no sé, tenía una consulta psiquiatrica nocturna para gente muy ocupada. -Dios mío - Exclamó -Cree lo que quieras, yo conozco la verdad.- y se fue indignado camino al colegio.


La misma calle de siempre, los mismos niños jugando con una pelota desinflada, el mismo músico decadente tocando con su guitarra desafinada y su tarro de habas colgado al mástil, los mismos perros sin correa, los mismos perros con correa mofándose de los vagos sin dueño, el mismo pensamiento que rondaba en la cabeza de Juan José después de las poco variadas conversaciones que siempre terminaban en conflicto con su madre, "¿Qué es lo que sé de mi padre?", "¿En qué comenzó a trabajar realmente mi madre después de su muerte?", en efecto, lo único que sabía de el era que murió en un accidente con un poste intentando salvar a una señora de morir aplastada, "todo un héroe", pensaba y lo único que guardaba de él era una chaqueta que le regaló al cumplir los 8 años asegurándole que era su preferida, que la guardara para cuando pudiera usarla de verdad y que en ese momento tan especial, buscara en los bolsillos para entonces encontrar algo muy significativo, y así lo hizo, la conserva en su ropero junto con sus otras pertenencias de valor. Y así caminando por esas calles ya bien conocidas comenzó a recordar la cantidad de hombres que llevó su madre a casa para reemplazar a su heroico padre, ninguno del agrado del pequeño Juan José y rechazados por el mismo siempre con su argumento en frente "Si madre hay una sola entonces padre hay uno solo".


-¿Cuál es el afán de reemplazar a las personas cuando ya no están?, se dijo a si mismo respondiéndose inmediatamente; -Que porquería, mi madre ya no es más que la mujer que me dio la vida, pendiente todo el día de qué hombre conquistar y llevarlo a la cama, ¿a eso lo llama oficio?, que mujer más despreciable.

-¡No la trates así! -le dije- Te dio la vida, te da una cama, comida y te paga un colegio en el que puedes estudiar para ser alguien. -¿Y por qué? -me dijo- ¿Por qué solamente estudiando en ese antro de porquería voy a ser alguien?, cada vez que llego allá hay un montón de pendejos estúpidos dedicados a mofarse de mi, de mi cara y de mi modo de ser, ¿seré acaso tan extraño?, llegó a ese lugar a sentarme solo, aislado de esa gente para no contaminarme con su estupidez, y me enseñan matemáticas, lenguaje y biología por que dicen que sin esos conocimientos nunca seré alguien y me estancare en la miseria, ya van a ver, cuando crezca voy a demostrarlo, no necesito de tanta parafernalia ni conocimientos de tanta estupidez para llegar a ser alguien. -A veces necesitas ser un poco sumiso, le dije. -Has caso a lo que te digan, tienes 13 años eres tan pequeño que no tienes ni conocimiento, ni capacidad para saber qué es lo que está bien y qué es lo que está mal. -Ah conocimiento. -Respondió angustiado.


-Todo se basa en el conocimiento, quien conoce es, quien no conoce, no es, yo quiero que mi vida se base en actos.

-...

Tan pequeño era y ya tan decidido a cambiar el modo de pensar de la gente. Llegó a la escuela, buscó su banco, se sentó y una manada de niños exaltados detrás de él rieron como si estuvieran frente a un payaso de circo, de pronto el pequeño Juan José se levanta y se mira el trasero, como lo suponía, una mancha de pintura se había expandido por toda su espalda y el pantalón, ya sin esperanza de hacer entender a esa gente como se sentía con eso volvió a sentarse sobre la pintura con la resignación de un perro tras un escarmiento de su dueño y volvió a escuchar carcajadas y voces que gritaban: "¡Loco!", "¡estúpido!", "¡Nerd!" y como todo vaso siempre necesita una gota que lo rebalse y ya con lágrimas en los ojos escuchó las 3 peores palabras que podría haber escuchado ese día: "¡Hijo de puta!", a lo que se dijo a si mismo; "Si" y luego de una larga oleada de insultos tomó sus cosas y salió de ahí con la tranquilidad que da la resignación.

Emprendió de vuelta a su casa el pequeño Juan José con la idea fija de insultar a su madre de la manera más brutal que llegaría a alcanzar la imaginación de un niño de su edad, moción que se fue atenuando con el pasar del reloj que ya en frente de las puertas de su casa se sentó solo a llorar, creía no tener a nadie, a nadie excepto a su madre que sabía ,o eso creía el, era una prostituta, oficio que nunca ha logrado aceptar. Entró a su casa, dejó su bolso negro en el futón de la salita y se encerró en su pieza en búsqueda algo con que entretenerse, entre búsqueda y búsqueda dio con su armario el que abrió para contemplar la única cosa que le recordaba a su padre, esa chaqueta tan misteriosa. Se detuvo a observarla unos minutos cuando decidió que ya era hora, se la probaría y revisaría por fin que había en esos bolsillos, ¿qué cosa tan significante podría haber?, quizás creía, algo encontraría que diera un vuelco en su vida. Así se la probó y como era de esperarse le quedó un tanto suelta, las mangas le colgaban y era de un ancho exuberante comparado con su contextura física, en fin, lo que quería más que nada era revisar esos bolsillos y así lo hiso, los revisó hasta encontrar una bolsa roñosa y carcomida por los años, impaciente el joven la abrió y se encontró con nada más que una bolsa que contenía semillas y una carta en la que afuera decía; "Bien posible era hijo que buscaras esto antes de tiempo, si me estimas entonces leela a la edad de 15 años", y sin hacer caso a su curiosidad ni a su impresión por encontrar una simple bolsa con semillas la guardó en su lugar y se tendió en la cama, fue un mal día y más aún un día extraño pero no tan extraño creo yo como los dias que vendrán.

Continuará.

Cristóbal Hernández.

martes, 19 de junio de 2007

Medio par.

... (un silencio) ...

Prologo.

No estoy acostumbrado a narrar historias, más aún, cuando he de narrar sobre mi mismo en tercera persona, es que de momentos y momentos he de sufrir un mal, o quizás no, depende de como lo vean, en fin, tengo doble personalidad, o eso dicen...



Capitulo 1.
"trabajo"
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-Mira que bien -Dijo él-, al ver en el noticiario la noticia sobre la condena a muerte de un supuesto "criminal", o así por lo menos era llamado por todos, tal hombre que fue privado de su derecho a la vida por el delito de manifestar en contra del abuso hacia los suyos, pobladores que según dicen, tomaron un sitio por necesidad, medida un tanto exagerada, pero en fin, es difícil tomar un juicio objetivo del tema si no se tienen todos los antecedentes a la mano.
Contento con la noticia salió a la calle sin darse cuenta que su chaquetón a cuadros y su chistera, los cuales claramente lo hacían parecer un hombre anticuado a la edad de 23 años, habían sido usados por su querida tortuga de tierra para hacer un par de necesidades -¡Carajo! -Exclamó Juan José -y lanzando sus antiguas pertenencias al suelo caminó enojado hacia su "trabajo", por lo menos así lo llamaba él.
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-Si vas a narrar sobre mi vida Juan José entonces no ridiculices mi oficio -dijo de un momento a otro a lo que respondí;-Es un tanto extraño que mi propio personaje se subleve contra mi,
dejame contar la historia si quieres tener un final digno.
-...
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De par en par se abren las puertas de su casa, una casa que a simple vista y solo desde afuera se veía lujosa y un tanto excentrica, aunque por dentro más bien parecía un burdel después de una noche de arduo trabajo, un desorden y un hedor a húmedo reinaba en ese lugar, más por la falta de aseo que por la falta de dinero. sale Juan José con una bandana en la cabeza y una chaqueta color marrón que heredó de su padre, que en paz descanse, la cual mientras colgaba al hombro, tarareaba una canción y zapateaba al ritmo de esta, todos en el barrio lo veían como el vecino loco de la casa sucia, ¿Cómo llegaron a saber el detalle de la casa?, gracias a los niños que se asomaban por su ventana con la intensa curiosidad de conocer las raras costumbres de este hombre, y los cuales como castigo recibían día tras día postones en sus traseros, "por intrusos", decía el.
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Cerrando la puerta y dejándola atrás se dispone Juan José a llegar a su trabajo, caminó como todos los días, saludó a cada perro que vio caminar por la calle, "ellos llevan una vida más difícil que la nuestra y merecen respeto", decía, mientras caminaba con toda la calma del mundo, como si paseara, hasta que llegando a una plaza vio su lugar de trabajo, limpio como siempre su banco, del color que toma la madera gastada y a la intemperie, se sentó en el, de su bolsillo un tanto gastado sacó una bolsa en la cual guardaba semillas, así es, su "trabajo" era alimentar a las palomas, o por lo menos, el lo veía así.
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-Deja de ridiculizarme, ya te lo dije, si quieres contar mi historia, cuentala a mi gusto -me dijo con un tono simpático escondiendo su enojo, su trabajo según el, lo apasionaba a lo que le respondí, -Si alimentar a las palomas es un trabajo entonces dime como vives, ¿de donde obtienes lo suficiente para vivir? -Ah!, ese misterio dejemoslo para después, mi trabajo no puede esperar -y y así se safó de la conversación como siempre lo hace.
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Continuará.
Cristóbal Hernández.

domingo, 17 de junio de 2007

No me pidas ser tu amigo

Esta canción va para todos aquellos que prefieran los finales inmediatos y misericordiosos, antes que las amistades largas y malintencionadas.
Para todos aquellos que hayan dado, dado y dado, pero no hayan sido correspondidos...

O aquellas que hayan dado y dado y no hayan sido correspondidas.



Fernando Delgadilo
No me pidas ser tu amigo


Hoy buscas en mí un amigo
que haga un poco
porque alcances lo que anhelas,
un amigo sería yo
si te apoyara
contra todo lo demás
a un amigo tu dicha le haría feliz
aunque esta te llevara lejos
y te fueras más allá
de donde yo te habría
podido acompañar.

No me pidas ser tu amigo
porque hay cosas en mí
que este día no entiendo
por ejemplo: que no puedo ser ese
alguien que piensa en la comprensión
y ésta solo me daría tranquilidad
si a la vez tu me comprendieras,
esta tarde que me hace abrazarte fuerte
cuando me dices adiós.

Un amigo te diría
que todo marcha
mientras se muerde los labios,
y por ti, no extrañaría cada fin de año
los días que no volverás.

Un amigo dejaría
de hablar de cosas
que sabe que te harán falta
para hablarte de lo que hay más adelante
aunque yo me quede atrás.

Sé que siempre fui el contigo
que tuviste cada instante de tu vida,
alguien que lo daba todo
sin pedirte ni siquiera la verdad.

Siempre tuviste a este cómplice
que vino sin que le necesitaras
porque concebía el mundo
desde tus ojos
si ellos me querían mirar.

No me pidas ser tu amigo
cuando me dejas saber
que ya te marchas
no soy tan civilizado
para comprender
sabiendo que te vas,
para ti seré aquel
que hoy lo pierde todo
porque no supo escucharte
que para mí sólo
seré un extraño en paz
que nunca te dejó de amar.

miércoles, 6 de junio de 2007

Nació.

Se sentó a escribir ciertos versos,
versos de mujeres, vida, entorno, extensos,
era joven y de corazón inmenso,
hasta ese réquiem amoroso que lo marcó.
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Se marchitó como un pájaro muerto en asfalto,
como ciego vagabundo en la acera,
como el rico después de un asalto,
como una novia de luto en vestido de cera.
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De alegre juglar que juega a jugar,
a corchea coja y barco sin mar,
que del sonido del papel entintado,
ya no quedan más que rumores.
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Él por dentro murió.
¿Volverá a vivir?
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Ella de notoria ternura y difusa amargura,
dejo de soñar más que en su lecho,
desde esa noche de ardiente espesura,
que su alma fue más nada y despecho.
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Dejó de creer, soñar, vivir y crecer,
dejó de ser libre encadenada en sabanas de seda,
dejó de reír, comer, andar y amanecer,
tanto dejó atrás que ella dejó de ser.
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Sus ojos fueron piedras,
sus manos cristales de hielo,
su alma como en otoño una almendra,
sin voz ni voto cayó al suelo.
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Ella por dentro murió.
¿Volverá a vivir?.
.
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De tal suerte juega la vida,
que dos almas en pena vagabunda ansían,
caminando él y ella por una selva hastía,
de una mirada a otra se han de encontrar.
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Ellos por dentro nacieron.
Quizás nada los ha de matar.

(Cristóbal Hernández)

domingo, 3 de junio de 2007

Cielo.

"Si Dios es el creador de todo, entonces;
¿Por qué existe la maldad?.
¿Donde está el cielo?."



Son preguntas en las que he pensado muchas veces y no han pasado desapercibidas ni menos les he quitado importancia, en si cuales preguntas como estas tienen infinidad de respuestas, todas van dirigidas a la formación de cada uno junto con su manera de ver la vida.

A la primera, según mi visión (así evitamos universalidades y limitamos), Dios creó al humano, creó al mundo, a los animales y a todo lo que nos rodea (big bang, teoría de la evolución, blablabla, si, lo sé, yo creo que quién dio paso al origen de todo fue Dios, la única fuerza tana grande para crear esto), y bueno vale más decir nos creo libres en pensamiento, palabra y obra, dandonos tambien las herramientas para vivir en armonía entre nosotros y junto a nuestro ambiente.
Siendo el humano el único ser que es capaz de sentir odio, codicia, malicia, etc..., siendo el humano el más grande depredador y siendo el humano quien ha originado desastres jamás originados por otro ser (guerras, distorsiones medioambientales, etc...) entonces cabe preguntarse; ¿seremos nosotros quienes causan bien y quienes causan mal?.
Eso es lo que creo yo, Dios nos creó libres y no usamos en pro esa libertad.

Para la segunda pregunta, creo que el cielo (en sentido figurado), no necesariamente se encuentra despues de la muerte, más bien creo yo, el cielo se podría encontrar acá en la tierra si nosotros quisieramos hacer de esto un cielo, un lugar donde todos vivan en armonía, sin abusos, sin guerras, etc...
La ayuda social, el escuchar a un amigo, el apoyar a quien lo necesita, eso hace de la tierra el cielo.
No necesitamos morir para ser felices, al contrario, necesitamos vivir para ser felices.
Hagamos de todo algo mejor para todos.

Salud!.