domingo, 27 de mayo de 2007

Inercia

- ¿Vas al interescolar?
- Me da mucha lata, pero siempre termino llendo, no sé por qué.
- Fácil. Por inercia.


Desde aquella pequeña conversación con un vice-presidente de un centro de alumnos del Manquehue, me quedó rondando aquella palabra.
Inercia.


Citemos a nuestra fiel y real Real Academia de la Lengua Española (valga la redundancia)

Inercia: Propiedad de los cuerpos de no modificar su estado de reposo o movimiento si no es por la acción de una fuerza.


Vale decir, como diría Pancho Maturana, aplicando el concepto en la mentalidad humana, es la LATA de movernos, por mucho que sea peor estar quietos, o bien la LATA de estar quietos, por mucho que sea peor estar moviéndonos.
La inercia, además, es una fuerza invisible que nos conduce a hacer cosas que quizás no son 100% óptimas, pero por a, be o ce motivos las hacemos igual.

Filosofando un poco al estilo de mi querido compañero de blog, cito un ejemplo:

Caminando hacia el Mc Donalds con seis amigos, por Vitacura:

- Oigan, ¿por qué vamos al Mc Donalds, si el Burger King es mucho mas rico y barato? - preguntó alguien por ahí.

- Si, en verdad... vamos al Burger King mejor - dijo otro.
- Como quieran - dije yo.

Pero algo pasaba. Aquella amarilla M estaba cada vez más cerca, y ninguno de nosotros había tomado las riendas del asunto para frenar, dar media vuelta, e ir hacia el Rey de la Hamburguesa.

¿Que pasó? Simplemente, almorzamos en el Mc Donalds, con ese payaso que dan ganas de pegarle, sonriéndonos triunfalmente en frente nuestro.

Y por eso hoy digo, y afortunadamente C.H comparte mi humilde opinión (si no este blog sería un centro de debates cerrados y agitados) :

La inercia es la excusa de los flojos y los cobardes.

¿Inercia? Dejemos eso para los átomos y sus cargas positivas y negativas, y empezemos a tomar las riendas de nuestros actos.

Gracias.

Nicolás Montero

Sombrero

Ayer en una filosofada estúpida y sin sentido alguno se me ocurrió algo que puede tener algo de sentido y me parecio gracioso.


"Todo puede ser usado de sombrero"


lo sé, lo sé no es algo que trascienda en el tiempo ni algo tan digno de detenerse en su analisis pero simplemente me pareció gracioso y comencé a probar...


Vi un encendedor y me lo puse en la cabeza, un perfecto sombrero.


Vi una cajetilla de cigarros y me la puse en la cabeza, otro sombrero.


Vi una vela y me la puse en la cabeza, lindo sombrero.





Luego pensé: ¿que pasa con un edificio, una casa o con el mundo entero?, eso hecharía al piso mi teoría recientemente planteada pero luego un amigo sentado a mi lado me ilumina y me da la respusta a mi interrogante y entonces mi teoría siguió en pie y hoy felizmente puedo compartirla con ustedes.









"Incluso el mundo puede ser usado de sombrero"

Gracias muchas gracias.

Salud!.

Cristóbal.


jueves, 24 de mayo de 2007

Espiral

Hay algo que quisiera compartir que merece un análisis más detallado puesto que es muy interesante y a mi juicio, también correcto.

"el camino del ser humano es como un espiral o un resorte", la verdad no me acuerdo donde lo escuché pero la frase no es mía (lástima), pero hace mucho sentido, ahora quizás se puedan preguntar, ¿Qué significa esa frase?, es curiosa.

La respuesta se remonta desde el momento de nacer de cada uno de nosotros, en un principio hemos tenido vivencias que con el tiempo volvemos a tener pero luego con más experiencia entonces podría decirse que estamos un paso más adelante, lo mismo pasaría si camináramos en un resorte o un espiral que está parado, siempre pasaríamos en si por el mismo lugar pero cada ves más arriba como un ciclo que es la vida de cada uno. ("Más sabe el diablo por viejo que por diablo").

Ejemplifico esto para dar mayor claridad:
Juan Manuel (sujeto x inventado), tubo una pelea con su mejor amigo por primera vez, debido a esto, dejó que la rabia le herviera la sangre y habló y habló estupideces de su amigo en su cara y cosas que todos hemos hecho alguna vez (si alguien me dice que nunca lo ha hecho, si si está bien te creo), acto seguido su amigo le deja de hablar por idiota sabiendo que el problema se podía solucionar de una manera más pacifica o más madura.
Luego un tiempo después nuestro sujeto x ha peleado nuevamente con su mejor amigo pero esta vez el piensa "mm, debería ser más juicioso con lo que digo, la otra vez deje la **** por decirle tanta estupidez a mi amigo", y esta vez el soluciona el problema de una manera más madura.
¿Qué nos muestra esto?, Juan Manuel (sujeto x inventado), al enfrentarse por segunda vez al mismo problema estuvo un paso más arriba en el espiral de su vida y así pudo solucionarlo de una mejor manera.

Entonces podríamos sacar como conclusión que la experiencia es la que nos hace crecer y madurar.

Saludos!.

Cristóbal.


lunes, 21 de mayo de 2007

Tes

No juegues con mi paciencia,
detén tanto tonto intento,
deténte, tenme contento,
o atente a las consecuencias.

Manténte atenta y solícita.
Mientras tanto, nada intentes.
No me tientes a que atente
contra tu integridad física.


Jajaja, un juego de palabras.
Saludos
N.M

miércoles, 16 de mayo de 2007

Nuevo integrante

Bueno, de hoy en adelante esto pasará de ser un blog personal a un equipo asi que denle la bienvenida a nicolás felipe montero labbé... el otro autor de este blog, desde hoy habran más cosas interesantes ;).

Saludos!

jueves, 10 de mayo de 2007

sin titulo

De cual imágen llena de polvo,
a esa estela tan tuya que pasa frente a mi,
me recuerdan tus olores y racontos,
que ya no han de pasar más por aquí.

A estas manos que alguna vez rozaron tu cabello,
ya no han de estar más volando por allí,
a estos ojos que observaron todo aquello,
no han de ser más público que observa el porvenir.

No creo en el siempre ni en el nunca,
que del futuro el tiempo hablará,
que ese barco que hundieron las palabras,
algun día sabré si volverá o no a zarpar.

Que a ese ladrillo tan duro llamado confusión,
he de pedirle que no asente morada en este corazón,
mira que soy joven y tengo mucho por vivir,
que ya está claro y de perdido no he de morir.

A esta silaba que no encuentra una palabra,
a este ciego sin un bastón,
a este ritardando de mi armonía,
no les veo ya una razón.

Que el mecer de esa mesa coja,
no distraiga ya mis hojas que al suelo han de caer,
que la cuerda que sostiene el batiscafo de ese abismo,
no hace mucho se ha comenzado ya a roer.